Fue provincial agustino, si bien la polémica sigue abierta al respecto. El edificio se convirtió sede de la Provincia Agustina de San Nicolás de Tolentino de Michoacán y albergó, asimismo, la Escuela de Arte y Filosofía de la orden.
En el patio, de estilo barroco, podemos apreciar una gran cantidad de elementos iconográficos que componen entre sí una verdadera “Summa Theologica” de cantera rosa —propia de la región— expresión de la viva espiritualidad agustina. El magnífico claustro es uno de los más bellos de Latinoamérica.
Los agustinos permanecieron en el inmueble hasta 1859. Durante el gobierno del Presidente Benito Juárez se promulga la Ley de Reforma y el edificio pasa a ser propiedad del estado, convirtiéndose en Cuartel militar y Palacio Federal, Oficina de Correos y Oficinas de Hacienda.
En 1987, el inmueble se declara Patrimonio Cultural y, después de una gestión entre los gobiernos estatal y federal, se ordena la creación del Museo de Arte de Querétaro. El edificio se restaura y el 22 de Septiembre de 1988 el museo abre sus puertas al público.
La fuente del claustro es uno de los elementos principales, ya que representa a Cristo como fuente de vida eterna.
Representa el mundo, la labor temporal de la Iglesia militante, el sacrificio de Cristo, así como la historia, vocación y carisma de la orden agustina. Se nos presentan, entre otras, figuras antropomorfas conocidas como “Hermes” que hacen referencia a las tres etapas de la vida humana y de la evolución espiritual del individuo: juventud, madurez y vejez.
En las claves de los arcos podemos ver imágenes alusivas a San Agustín, así como santos agustinos destacados por su labor o sus milagros y éxtasis místicos.
La fuente del claustro es uno de los elementos principales, ya que representa a Cristo como fuente de vida eterna.
